Historia
Asai
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El resultado de unir ambición y humildad
Nacida en 2001, Asai es fruto de la ilusión y la valentía de Víctor Carreras, Manuel Lastiri y Joaquín Díaz, quienes, después de una década de experiencia en el sector de la automatización industrial, deciden montar su propia empresa con la confianza y la seguridad de dominar la materia. Un pequeño local de la calle Rosas, en el zaragozano barrio de Casablanca, fue testigo de sus comienzos. Ahora, 21 años después, gracias al trabajo diario, siempre de la mano de las tecnologías más innovadoras y a un esfuerzo constante, han conseguido hacerse un hueco en un negocio muy complicado en el que no todos sus competidores han podido resistir. “Que sigamos adelante es un logro. Tenemos humildad y ambición, pero sin querer abarcar más de lo que podemos”, asegura su director general adjunto, Juan Díaz.
El primer traslado de Asai se realizó al polígono Camino Real de Pinseque. Al poco tiempo, amplió sus instalaciones con una segunda nave y, hace tres años, se mudó al polígono Los Leones, también en Pinseque, donde actualmente cuenta con una parcela de 7.000 metros cuadrados para acoger a sus 38 trabajadores. “Estas dimensiones eran necesarias para poder montar grandes proyectos destinados a cualquier tipo de industria”, afirma Díaz sobre unos trabajos que Asai cuenta por éxitos.
Por ejemplo, uno de los hitos de la firma aragonesa es el desarrollo de la primera célula robotizada para la alineación y el atornillado de puertas 100% automático, que se implantó por primera vez a nivel mundial en el sector de la automoción en las plantas de Opel (actual Stellantis), cliente para el que trabaja desde sus comienzos. También en la factoría de esta compañía en Figueruelas fueron pioneros en el desarrollo del control de enrases y franquicias (gap and flush), una inspección final del vehículo ya terminado mediante visión artificial que escanea ciertos puntos del automóvil para comprobar que los espacios y la alineación entre distintas partes de la carrocería son correctos y cada pieza está donde debe. La satisfacción en este caso fue doble, ya que al funcionamiento impecable del sistema se unió que esta decisiva tarea siempre se reservaba a grandes multinacionales, por lo que Asai demostró estar, una vez más, “a la altura de los mejores”, apostilla Díaz.
Pero también proyectos de otro tipo de industrias se benefician de los robots y la inteligencia artificial aplicada en esta firma aragonesa. Así, también ha entrado con fuerza en el terreno de las energías renovables, ya que se ha encargado de diseñar y fabricar una célula robotizada de manipulación de grandes espejos, fundamental en el proceso de fabricación de los seguidores solares en un parque de concentración en China.
En cuanto al futuro, próximamente Asai va a lanzar una gama de producto propio para el control dimensional por visión artificial de distintos tipos de piezas, a partir de la estandarización de otros personalizados con éxito en proyectos anteriores. “Lo mejor siempre está por venir”, vaticina Díaz.