Historia

Atria Innovation

Atria Innovation

Una década prodigiosa

Elena Martínez y David Urrutia se conocieron en las aulas de la Universidad de Zaragoza. Ambos estudiaban Ingeniería Industrial y compartían una pasión: desvelar los secretos de la ciencia de materiales. Tras realizar la especialidad en la Universidad de Dinamarca, realizaron su proyecto fin de carrera en BSH, compañía que les dio su primera oportunidad laboral en el área de Innovación.

Tras completar un máster en Física, a Martínez empezó a rondarle por la cabeza la idea de emprender y, con la ilusión imparable de la juventud, convenció a Urrutia. “Siempre he querido acercar las nuevas tecnologías a la industria y poder tener mi propia empresa, así que ese era el momento perfecto porque teníamos la ventaja de poder seguir trabajando y ofreciéndole nuestros servicios a BSH mientras buscábamos nuevos clientes con tranquilidad”, explica Martínez, CEO y cofundadora de Atria Innovation.

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Con 24 años, estos dos socios y amigos con gran espíritu tecnológico y vocación industrial aceptaban el reto de lanzarse a la aventura y en 2014 creaban esta empresa aragonesa especializada en optimizar productos y procesos a través de la industria 4.0, la ingeniería de materiales y la sostenibilidad. Desde entonces ha pasado ya casi una década y, en este tiempo, ha conquistado la confianza de numerosos clientes nacionales e internacionales como Stellantis, Seat, Alstom, Puma, Magna o BSH, para la que siguen trabajando.

Entre los hitos más destacados en la trayectoria de ATRIA se encuentra la conquista de su primer cliente internacional, momento que Martínez recuerda con emoción y agradecimiento. “Que una multinacional tan importante como Luxottica, el mayor fabricante de monturas de gafas del mundo, nos diera ese voto de confianza y lo mantenga hasta hoy, siete años después, significa que lo estamos haciendo bien y que la gente lo valora”, subraya.

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Otro de los momentos fundamentales que jalonan la historia de esta empresa aragonesa fue la consecución de uno de sus primeros proyectos financiados, en este caso para Codorníu: el diseño y fabricación de un vehículo móvil para realizar trabajos de poda automática de la viña capaz de interactuar con el entorno. “Es un robot con sensores y sistema de navegación autónoma en el que empleamos algoritmos y visión artificial con el fin de que sepa no solo realizar los cortes sino dónde tiene que hacerlos”, describe Martínez.

Estos son solo dos ejemplos del impecable trabajo de ATRIA en materia de industria 4.0, ensayos con materiales y sostenibilidad. Para sus responsables, el cielo es el límite. No podrían sentirse más satisfechos, pero tampoco renuncian a seguir soñando. “Siempre estamos pensando en el siguiente paso para crecer, poco a poco, pero de manera muy sólida. Queremos que esta empresa perdure en el tiempo”, confía Martínez.