Artículo técnico

ATRIA Innovation

ATRIA Innovation

solucionamos problemas de calidad de materiales

En ATRIA creemos que innovar no siempre tiene que estar relacionado con modernizar productos o procesos. Para nosotros, innovar también significa solucionar problemas reales de la industria. Por ello, nos hemos especializado en el uso de nuevas tecnologías para resolverlos.
Nos hemos enfrentado a muchos casos reales y sabemos que no hay dos iguales; sin embargo, sí que hay muchas similitudes entre ellos. Nuestro objetivo es poner a disposición de nuestros clientes toda la experiencia y el conocimiento de nuestro equipo para poder resolver cualquier problema de forma rápida y eficiente.
Una de las claves de este servicio se basa en estudiar cada problema de forma personalizada, ya que no todos requieren de los mismos recursos. Por ello, en ATRIA buscamos ofrecer una solución adaptada a cada caso, desde los más sencillos hasta los más complejos:

  • Fallos en productos o materiales
  • Fallos de calidad en procesos
  • Problemas con materias primas
  • Deterioro del producto antes de su garantía
caar-pyme-mes-atria
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En ATRIA entendemos el gran impacto que puede tener cualquiera de estos problemas para nuestros clientes, por lo que siempre buscamos una solución adaptada para cada caso, teniendo en cuenta los deadlines de nuestro cliente y sus recursos económicos. Todo ello sin perder la rigurosidad y la eficacia de nuestro trabajo.
Os contamos un caso complejo donde ayudamos a uno de nuestros clientes a solucionar un problema de producción grave.

Caso práctico: proceso de inyección
En este caso particular, nuestro cliente acababa de lanzar al mercado un nuevo producto (del sector automoción) de alto valor añadido. Dicho producto contiene una pieza plástica que, tras los primeros lavados, perdía el color original y se deterioraba. Esto suponía un gran número de devoluciones y pérdidas. Debido a ello, nuestro cliente tuvo que parar la producción para solucionar este problema en el menor tiempo posible.
Nuestra primera acción fue estudiar toda la información suministrada por nuestro cliente. En este caso, solicitamos la ficha técnica del plástico que daba el problema y el proceso de producción, concretamente la inyección. Durante el estudio, nos integramos dentro del equipo de trabajo de nuestro cliente, ya que para nosotros es fundamental conocer el proceso y la opinión de todas las personas involucradas.

Tras estudiar toda la información, propusimos a nuestro cliente realizar una primera fase de caracterización del fallo. Esta fase no siempre es necesaria pero, por lo general, resulta clave para resolver este tipo de problemas, ya que nos permite comprender la química y la física del fallo. Existen infinitas técnicas de caracterización, por lo que nuestra experiencia previa en este tipo de casos es clave para invertir los recursos de forma eficiente.
En este caso, propusimos a nuestro cliente caracterizar tres muestras: una pieza deteriorada, una pieza nueva y el plástico virgen. Para optimizar recursos, realizamos dos caracterizaciones: una de tipo morfológica para entender el tipo de daño y una de historia térmica de la pieza para la estabilidad térmica del polímero, aspecto clave dentro de los fallos en procesos de inyección.
Gracias a la caracterización morfológica pudimos ver la presencia de calcio en todas las zonas dañadas. Este calcio, procedente del agua con la que se limpia el producto, era el origen del problema, pero ¿por qué estaba pasando?
La respuesta a esta pregunta nos la dio la caracterización térmica, con la que pudimos confirmar que las muestras recién inyectadas no estaban totalmente cristalizadas en la superficie, lo que provocaba que en los primeros lavados el calcio reaccionara con el polímero, deteriorando su aspecto.
Con toda la información generada durante el proyecto (fichas técnicas, proceso productivo y caracterizaciones), llegamos a la conclusión de que el origen del problema era la temperatura del molde durante el proceso de inyección, que no era lo suficientemente alta para que la superficie del plástico cristalizara correctamente.
Finalmente, además de encontrar el origen del problema, ayudamos a nuestro cliente a seleccionar la temperatura adecuada para el proceso de inyección. Para ello, propusimos varias temperaturas, con las que nuestro cliente preparó muestras prototipo. Dichas muestras, las caracterizamos térmicamente para determinar la temperatura mínima que aseguraba una correcta cristalización del polímero. De esta forma, el problema se resolvió de forma muy sencilla.
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Este caso es un claro ejemplo de cómo un problema de producción grave puede tener una solución sencilla. Por ello, siempre buscamos entender el origen del problema, ya que creemos que es la clave resolverlo de la manera más eficiente, sin un elevado consumo de recursos.
En ATRIA no tenemos una metodología única para resolver estos casos, ya que esto no nos permitiría ser todo lo ágiles y eficientes que debemos ser. Por ello, te animamos a que compartas con nosotros cualquier problema. Desde ATRIA lo valoraremos de forma transparente para proponer la metodología más adecuada en base a nuestra experiencia.