Historia
DMPA
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Bodas de plata en familia
Marcos y Santiago Villacampa, ingenieros y hermanos, trabajaban para un proveedor de Opel España con sede en Barcelona cuando, en 1999, pensaron en montar su propia empresa. Sus contactos en la multinacional del automóvil, junto a su buen hacer, les facilitarían el camino. Dicho y hecho: alquilaron un pequeño local en Zaragoza y empezaron haciendo programación de robots.
Desde sus comienzos hasta convertirse en líderes reconocidos en la industria de la automatización, el viaje ha estado marcado por su dedicación incansable, la apuesta por la innovación y el compromiso con la excelencia, experimentando con tecnologías emergentes y adaptándose a un entorno empresarial en constante evolución.


El primer contratiempo quedó en una anécdota. “Todos los nombres que habíamos pensado ya estaban utilizados, así que no nos quedó más remedio que poner las siglas del núcleo de nuestra actividad: diseño de maquinaria y programación de automatismos, DMPA”, cuenta de manera divertida Sandra Cabo, responsable de Administración y Marketing de esta pyme familiar. Junto a los hermanos y su cuñada, Consuelo Pérez –que está a cargo de la parte financiera-, las dos parejas forman el corazón de DMPA.
Poco a poco ampliaron su oferta de servicios y comenzaron a hacer también proyectos de diseño. Dos años después, se trasladaron a dos naves ubicadas en el Polígono Industrial Los Leones de Pinseque, donde permanecen. A lo largo de estas dos décadas y media, han sido sido testigos y participantes activos en la transformación de la industria, brindando soluciones avanzadas que han revolucionado la forma en que se llevan a cabo las operaciones industriales.
El tamaño –8 empleados- y la relación familiar ha favorecido la conciliación. “Fuimos pioneros en el teletrabajo, lo que nos ha permitido criar a nuestros hijos a la vez que nuestro negocio progresaba. Tenemos tanta confianza que muchas veces es inevitable que el trabajo se cuele en las reuniones familiares”, reconoce entre risas Cabo. ¿Habrá segunda generación en la empresa? “Tanto mi hijo como mi sobrina nos han ayudado puntualmente en algunos temas. Por los caminos que han escogido, de momento no parece que vaya a haber continuidad, pero nunca se sabe. Las puertas de DMPA siempre estarán abiertas para ellos”, concluye.
