CIRPLAS3D es un proyecto de investigación industrial basado en estrategias avanzadas de revalorización de residuos plásticos industriales que se enmarca dentro de una economía circular y sostenible, cuyo objetivo ha sido obtener nuevos materiales capaces de ser utilizados con tecnologías 3D a partir de residuos plásticos de procesos industriales.
El CAAR coordina esta iniciativa, en la que también participan tres pymes (Thermolympic, Infinitia y Moses), dos centros tecnológicos (Aitiip y el Instituto Tecnológico del Juguete) y el Clúster de Empresas Innovadoras del Valle del Juguete (CEIV).
De todos los tipos de materiales, el proyecto se ha centrado en aquellos que bien no están disponibles actualmente en el mercado, o bien, no disponen de unas propiedades o calidades adecuadas para ser implementados. De todos ellos, se han trabajado diferentes materiales con diversas casuísticas y grados de dificultad:
● ABS: es el segundo filamento más utilizado en la industria de la impresión, por detrás del filamento PLA. La innovación es la utilización de ABS recuperado de procesos de inyección, tras aditivarlo y acondicionarlo para hacerlo apto para el proceso de impresión.
● Poliamidas (PA): existen algunas opciones comerciales, pero no con los grados y calidades suficientes para la impresión 3D, debido a su elevada contracción. La innovación es el desarrollo de nuevos grados a partir de material reciclado
● Polietileno (PE): no existe ninguno adecuado para impresión 3D actualmente.
● Ethylene Propyelene Diene Methylene (EPDM): existen materiales flexibles pero basados en otros elastómeros para impresión 3D.
Hay innumerables proyectos que trabajan en la recuperación y reutilización de ácido poliláctico (PLA) como filamentos de impresión 3D, pero no de los materiales citados de forma satisfactoria, debido a su mayor complejidad y dificultad técnica, por lo que los resultados de este proyecto son muy prometedores.
Esta acción técnica ha sido apoyada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, así como de la Unión Europea, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, dentro del programa de apoyo a las AEI para contribuir a la mejora de la competitividad de la industria española.