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Linamar
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Aluminio para la industria y la movilidad
Linamar Zaragoza (LLMZ) es la mayor fundición de aluminio de España y una de las principales a nivel europeo. Su actividad está centrada en la fabricación de piezas de aluminio para la automoción y, desde su posición como Tier1, cuenta entre sus clientes con los principales OEMs. Históricamente ha estado especializada en componentes de motor, si bien en los últimos años ha debido reorientar sus producciones hacia piezas de estructura y chasis del vehículo electrificado, para adaptarse a las nuevas necesidades del mercado.


Fundada en 1946 con el nombre de Alumalsa, en 1978 se trasladó a sus actuales instalaciones de La Cartuja, con 22.000 metros cuadrados construidos sobre un total de 56.000. Desde 2016 es la única filial productiva en España del Grupo Linamar, formando parte de la división de metales ligeros de esta multinacional canadiense, que posee 75 plantas productivas en todo el mundo y en la que trabajan 31.000 personas.
La planta de Zaragoza, con casi 400 trabajadores, alcanza una producción cercana a las 10.000 toneladas de aluminio anuales y fabrica en torno a 7,5 millones de piezas. “Si tenemos en cuenta que todos los coches llevan, al menos, un componente nuestro, esto supone que prácticamente entre 6 y 7 millones de coches se producen cada año con piezas que salen de Zaragoza”, cuantifica Luis Arruga, director de Operaciones de LLMZ. La fábrica está dotada con su propio departamento de Ingeniería. “Desarrollamos y fabricamos las instalaciones e, incluso, los equipos que utilizamos en las líneas de fundición. Nuestra producción está muy automatizada y cuenta con unos avanzados sistemas de monitorización de la producción”, explica Arruga.


En Linamar Zaragoza se completa todo el proceso, desde el desarrollo de prototipos hasta la fabricación en serie de las piezas. “Esto incluye describir cada trabajo, los controles que se van a hacer en las líneas de producción y medir los niveles de calidad para garantizar que se cumplen los requisitos de los clientes”, enumera Frederic Mollet, jefe del departamento de Calidad y Manufacturing, quien llegó hace siete años a Linamar Zaragoza procedente de otra planta francesa del grupo. “Lo más importante es demostrarle al cliente que, si hemos tenido un problema, este no se repetirá”, insiste.
Los cambios en el mercado automovilístico y la apuesta europea por el coche eléctrico han llevado a Linamar Zaragoza a tener que dejar de fabricar determinados componentes para el motor de combustión y enfocarse en otros para el chasis y estructurales, lo que ha supuesto uno de los desafíos más importantes en sus casi 80 años de historia. “Para nosotros es una buena oportunidad de negocio porque estamos muy bien situados para afrontar el cambio”, añade Andrés Rustarazo, jefe del departamento de Producción de LLMZ.


Asimismo, LLMZ dispone de una estructura logística muy relevante. “Ahora el mercado es muy incierto y la demanda, cambiante, por lo que reaccionar a tiempo en términos de producción a veces es complicado cuando tenemos casi 200 referencias”, subraya Mari Cruz Royo, jefa del departamento de Supply Chain desde hace cuatro años y con más de 27 años de antigüedad en la planta. El sector del automóvil representa el 90% de su actividad, complementado por la maquinaria agrícola, teniendo a John Deere como principal cliente. La mayoría de las exportaciones tiene como destino el mercado europeo, pero sus piezas también recalan en el continente americano y, en menor medida, en el asiático.