Alejandro Gracia
Marena
Marena
Entrevista a Alejandro Gracia, director comercial de Marena
“Tenemos un tejido industrial muy eficaz alrededor de la automoción que no debemos destruir”
Complete la frase: el futuro de la automoción es…
Imprevisible, quizá por la velocidad a la que se producen los cambios en la última década con diferentes políticas de futuro enfrentadas y sin una seguridad de cuál va a ser la mejor estrategia para todas las partes implicadas. Creo que tenemos un tejido industrial muy eficaz alrededor de la automoción que no debemos destruir.
¿Cómo empezó a trabajar para este sector?
Por una vuelta del destino. Yo estudié Comunicación Audiovisual y mi futuro no parecía cerca de Marena. Pero en 2007, tras perder a nuestro padre, me uní a mi hermano, sin tener apenas experiencia y conocimientos del sector, en la aventura de gestionar el proyecto que hoy en día es Marena. Me ha tocado aprender mucho pero el esfuerzo está mereciendo la pena.
¿Qué quería ser de mayor?
Nunca he tenido una profesión preferente en mi vida. Escogí la Comunicación Audiovisual porque es un mundo muy atractivo para trabajar. Ahora, con el tiempo, me gusta mi profesión y trato de aplicar mis conocimientos en mi día a día.
¿Tiene alguna pasión, aparte de su trabajo?
Por la exigencia del día a día me queda poco tiempo libre para mantener las aficiones que tenía hace un tiempo. Me mueven las pequeñas cosas, soy de pasos pequeños y no de grandes pasiones. Me mueve la familia, los amigos, el deporte… Pero para todo esto me mueve mi trabajo, que es esencial para todo lo demás.
¿Cuál ha sido su mayor logro?
A nivel personal, sin duda mi familia. En casa no nos aburrimos nunca. En el plano profesional, avanzar junto con mi hermano Mariano en el proyecto de Marena. Ha sido y es un camino exigente en el que queda poco tiempo para las celebraciones. Cuando analizas el resultado obtenido, valoras que ha merecido la pena. En 2009 éramos cinco y actualmente somos más de 25 personas en un proyecto que nos permite seguir soñando en un sector tan exigente.
¿Qué le enfada?
Últimamente parece que tengo las reservas de paciencia bajo mínimos… El ritmo del día a día es muy exigente y me enfada cuando me encuentro con actitudes conformistas. Creo que todos tenemos una gran capacidad de hacer cosas y de mejorar, y me enfada cuando las personas no aportan todo su potencial en la actividad que desempeñan.
¿Y qué o quién le hace reír?
Disfruto mucho con mi familia y amigos. Suena a tópico, pero es verdad. Cuando dejo de trabajar intento alejarme lo máximo posible y, afortunadamente, tanto mi mujer como mis dos hijos me hacen reír cada día. Somos una familia muy disfrutona y tratamos de pasarlo bien cuando estamos juntos.
¿Cuál es su lugar favorito en el mundo?
Eso es algo que ha ido cambiando con el paso del tiempo. A día de hoy, una playa del sur tranquila cuando el sol se está poniendo, rodeado de mi familia y con una cervecita en la mano.
Descríbase en cuatro adjetivos.
Me resulta difícil, creo que deberían ser los demás quienes me definieran… Pero creo que podría ser sincero, servicial, alegre y honrado.
¿Qué consejo vital le daría a alguien que aprecia?
Que en la vida lo más importante es saber darle a cada cosa la importancia real que tiene, intentar no maximizar los problemas pequeños y tratarlos como lo que son. Si le damos mucha importancia a cosas que no la tienen, cuando vienen los problemas reales estamos desprotegidos.