Historia
Mecanus
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La diversificación como trampolín
En 2006 nacía Mecanizados Ejea para atender la demanda del sector agroindustrial de las Cinco Villas y dar servicio a nivel local desde una pequeña nave de 300 metros cuadrados. “Fueron años de duro trabajo”, recuerda Emilio Sumelzo, director general de Mecanus y quien puso en marcha el germen de la actual compañía junto a otro socio. Tres años más tarde, Sumelzo adquiere todas las acciones de la empresa, que pasa a gestionar junto con su hermano.
La firma aragonesa abre la puerta a la diversificación en 2012 y comienza a trabajar para el sector de las energías renovables y del automóvil. Paralelamente, se hace imprescindible la incorporación de tecnología para poder abordar los nuevos proyectos con las máximas garantías de satisfacción, dada la elevada exigencia de la industria de la automoción. En 2017, la empresa da un nuevo paso en este sentido al adquirir nuevos equipos para el transformado de chapa, para lo que también necesita ir ampliando superficie en los espacios contiguos a su ubicación.
La pandemia de la COVID-19 frena su evolución en ese campo, pero, lejos de caer en el desánimo, en Mecanus siguieron buscando nuevas oportunidades. “No tuvimos más remedio que tirar de ingenio y encontramos un sector afín al que también podían servirle nuestras capacidades: la defensa”, desvela Sumelzo, quien destaca que incluso contrataron a personal militar. “Se trata de un sector con poco peso en nuestra región, pero que da cabida a la innovación no solo en las empresas prime, sino también en las pymes, y que, en la actualidad, tras los últimos acontecimientos que nos rodean, las políticas en el campo de la seguridad y la defensa se están viendo incrementadas a lo largo de todo el planeta”, señala Emilio Sumelzo.