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Metasa

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Las piezas que duran

Metalográfica de Aragón (Metasa) está especializada en la aplicación de tratamientos térmicos y termoquímicos a todo tipo de materiales con base de acero con el fin de otorgarles unas propiedades adecuadas para conseguir una función óptima. Desde 1985, esta empresa zaragozana asegura la precisión necesaria para obtener muestras representativas sin alteraciones en el estudio de las características microestructurales o constitutivas de un metal o aleación, relacionándolas con las propiedades físicas, químicas y mecánicas. Esta precisión es un rasgo distintivo de Metasa también en la amplia gama de tratamientos térmicos especializados que realiza, garantizando los mayores estándares de calidad y a precios muy competitivos gracias a una plantilla profesional y altamente cualificada que trabaja a tres turnos.

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En sus instalaciones de casi 1.000 metros cuadrados en el polígono Cogullada cuenta con la maquinaria más moderna del sector y una política de personal orientada a la gestión de talento, lo que le permite mejorar su productividad e innovar de forma continua para mantener su competitividad. Entre sus equipos de vanguardia destaca su laboratorio metalográfico de I+D, con capacidad para realizar ensayos metalográficos (de propósito o de diagnóstico), de la forma más rápida y eficaz y con el mínimo margen de error en los resultados. Así, Metasa realiza para sus clientes el control de probetas y los ensayos necesarios, además de analizar las variaciones de los procesos mediante el estudio de las microestructuras.
El correcto procesado del material tiene como objetivo proporcionarle unas propiedades específicas adecuadas para su uso: dureza, resistencia mecánica, resiliencia, ductilidad, etc. “Se nos solicitan unas especificaciones técnicas de calidad, las cuales conseguimos interviniendo sobre la pieza mecanizada, dependiendo del tipo de acero y de su función final, se le aplica una temperatura que puede oscilar entre 800 y 1.200 grados”, explica José Antonio Martínez, director técnico de Metasa desde 2004.
Así, la empresa aragonesa aplica tratamientos térmicos en los que el metal es sometido a un proceso en el que no varía su composición química, pero sí su estructura; tratamientos termoquímicos, que consisten en operaciones de calentamiento y enfriamiento de metales que se complementan con la adición de nuevos elementos en la superficie de las piezas, de manera que se modifica la composición química superficial; y acabado superficial, con el que se mejora la superficie de los metales sin variar su composición química másica ni sus dimensiones.
Respecto a los tratamientos termoquímicos, Martínez resalta que, con ellos, se pretende mejorar las propiedades superficiales en los materiales, en especial su dureza y resistencia al desgaste y a la corrosión, pero sin modificar las propiedades en su interior. “De esta forma, se pueden obtener piezas con una gran dureza superficial y cuyo interior conserve una elevada tenacidad”, añade.
En cuanto a los tratamientos térmicos, se trata de realizar un cambio brusco de temperatura para modificar la estructura interna del acero. Esto se logra a través de varios procedimientos: “Dependiendo lo rico que sea un material en el contenido de sus aleaciones y de las especificaciones que requiere el cliente, el proceso de calentamiento y enfriamiento de este cambia”, desvela Martínez.
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El control del proceso es parte principal de la actividad de Metasa, avalada por una gran cartera de clientes y por la diversidad de sectores para los que trabaja. En este sentido, la actividad agrícola, el sector de la elevación y la automoción son los principales destinatarios de sus productos, si bien también atiende necesidades en construcción, defensa, energía, industria aeroespacial, ingeniería o sector sanitario. Aunque el 95% de sus proyectos son locales, también participa en otros con dimensión internacional, en los que se involucra con un servicio de 360º que va desde el estudio metalográfico inicial hasta el servicio posventa.

En los últimos tiempos ha tenido que hacer frente, no sin dificultades, a los elevados costes de la energía, que llegaron a triplicar su factura eléctrica y de gas y que la obligaron durante unos meses a reducir su actividad a dos turnos de trabajo.
Dentro de su compromiso con la responsabilidad social, cabe destacar que Metasa tiene una participación en cada edición de la campaña ‘Lápices y sonrisas’ del CAAR y que lleva tres años como patrocinador del equipo femenino del Balonmano La Jota, además de contar con el sello RSA.
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