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Moldes J. Cereza

Moldes J. Cereza

Moldes hechos en casa

Pocas empresas europeas pueden presumir de plantar cara a la competencia china, superando al gigante asiático en calidad y flexibilidad. Una de ellas es la zaragozana Moldes J. Cereza, dedicada al diseño y la fabricación de moldes de acero para inyección de plástico y metales no férricos, tanto para producción en serie como para series cortas con prototipos. Con una plantilla de 35 trabajadores altamente cualificados y una facturación que ronda los 6 millones de euros, esta compañía familiar destina el 90% de su producción al sector de la automoción, mientras que el resto se reparte entre línea blanca de electrodomésticos e iluminación industrial.

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La firma, ubicada en el Polígono Malpica de Zaragoza, dispone de la última tecnología para diseño de moldes, simulaciones de llenado y cinemática del producto, así como para el mecanizado del acero, con un moderno parque de maquinaria que maneja y desarrolla un equipo de profesionales que consiguen un producto de altísima calidad en un tiempo muy reducido y a costes muy competitivos. Esta capacidad tecnológica, junto a sus más de 30 años de experiencia y una loable política de inversión continua, permiten a Moldes J. Cereza erigirse como uno de los proveedores más valorados entre los principales TIER1 de la industria del automóvil.

Así, la empresa aragonesa dispone de recursos especializados que permiten realizar las labores de diseño, factibilidad, metrología, testeo y control de calidad de los moldes y piezas fabricados. A nivel productivo, cuenta con cinco centros de mecanizado de cinco ejes de alta velocidad de distintos tamaños, con lo que puede abarcar desde 800 x 800 mm hasta 5000 x 2500 x 1500 mm. Tiene también siete centros de mecanizado de tres ejes, dos erosiones, dos taladros de agujeros profundos -de hasta 2.200 mm-, escáner láser de superficies, equipo de impresión 3D y equipo portátil de microsoldadura láser.

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Gracias a este equipamiento, Moldes J. Cereza tiene capacidad para fabricar cualquier tipo de pieza para interior, exterior, para el área de refrigeración del motor y para el sistema de iluminación. En este sentido, la última apuesta de la empresa es su especialización por el lighting con moldes tricolor para los pilotos traseros de los coches. “Nuestra forma de competir en el mercado es ofrecer moldes complejos, que conllevan un trabajo de ingeniería y desarrollo previo, con un know-how elevado y profesionales especializados. Hacer esto en un país con mano de obra barata supone un riesgo que no estamos dispuestos a correr”, señala Javier Cereza, gerente de Moldes J. Cereza. La firma lleva por bandera la transparencia total con empleados, clientes y proveedores y defiende la contratación local. “Siempre hemos sido partidarios de dar trabajo en nuestro lugar de origen. Por eso, lo poco que subcontratamos lo hacemos a escasos metros de nuestra planta”, añade.

El 50% de la producción de Moldes Cereza viaja al extranjero, sobre todo a plantas de fabricantes de automóviles ubicadas en Polonia y República Checa. “Pasamos de no exportar nada en nuestros comienzos a llegar al 80% en 2008”, recuerda el gerente de la firma, que también está preparada para fabricar moldes de hasta 45 toneladas, algo que cada vez menos talleres hacen. “Nos enfocamos hacia la flexibilidad: mantenemos nuestra especialización pero ofrecemos soluciones a necesidades puntuales de nuestros clientes”, asegura.

Moldes J. Cereza posee las certificaciones ISO 9001 e ISO 14001 y sigue una estricta política de respeto al medio ambiente, ya que recicla el 100% de los residuos que genera la empresa. Este compromiso se demuestra también con la instalación de placas fotovoltaicas en las cubiertas de sus naves, unos 2.000 metros cuadrados que le permitirán generar casi 250.000 kWh y ahorrar unos 25.000 euros anuales.