Historia
Moldes J. Cereza
Moldes J. Cereza
Más de 30 años apostando por Aragón
Javier Cereza hijo, actual gerente, se incorpora en 2002, después de dar un giro radical a su vida. “Estudié Historia y me especialicé en Arqueología, pero me di cuenta de que mi futuro laboral pasaba inevitablemente por la docencia, algo que no me convencía como para dedicarme a ello”, reconoce. “Mi padre estaba en un momento profesional clave en lo que a inversiones se refiere y quería saber si sus hijos estábamos dispuestos a coger su testigo”, cuenta Javier, que estuvo un año aprendiendo en el taller para comprobar si se adaptaba al sector y podía ser de utilidad a la empresa familiar. “No tenía formación en Ingeniería ni en diseño, pero sí que podía hacerme cargo de la labor comercial, esforzándome por conocer nuestro producto para defenderlo y venderlo. Cuando hago algo, tengo que creer en ello”, explica. Y así fue cómo se convirtió en la cara de Moldes Cereza por todo el mundo.
El año 2004 se recuerda en la firma por la crisis ocasionada por la competencia de los países del Este y sus bajos costes de producción. “Al poco tiempo tuvimos que ir a China para evaluar la amenaza que suponía para nuestro sector y ver qué armas teníamos”, relata. “El resultado fue que algunas empresas cerraron, otras subcontrataron allí y nosotros decidimos apostar por lo nuestro, por personal cualificado y la mejor tecnología”, afirma con orgullo.
El punto de inflexión en Moldes Cereza llegó en 2008, cuando inició un plan de inversión de 9,5 millones de euros. “Mi padre siempre apostó por la innovación a unos niveles muy altos. Siempre hemos gozado de fortaleza financiera porque no nos hemos llevado los beneficios a casa, sino que los reinvertimos en el taller”, argumenta el gerente.
El fundador se jubiló en 2016. Para entonces, en la empresa ya contaban con Diego, cinco años menor que Javier, que estudió Ingeniería y es el responsable de Producción. “Si hemos acabado en la empresa familiar es porque hemos querido, pero también porque hemos trabajado sin descanso para demostrar que valemos para esto”, concluye.