1 de noviembre de 2022

PERTE, punto y seguido

Durante toda la semana, la resolución definitiva del Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica (PERTE) del Vehículo Eléctrico y Conectado ha ocupado las portadas de todos los diarios por el impacto que va a tener en el futuro del sector de automoción nacional. Desde julio de 2021, cuando se aprobó en Consejo de Ministros destinar 3.000 millones de euros para “el desarrollo de un ecosistema para la fabricación del vehículo eléctrico y conectado”, han sido constantes las informaciones sobre los proyectos que se estaban conformando en todo el territorio y la rigidez de la convocatoria.

El proyecto TESIS liderado por Stellantis Figueruelas y en el que participan otras 23 entidades, 10 de ellas aragonesas, ha visto aumentada la dotación provisional y recibirá más de 52 millones de euros entre subvenciones y financiación que permitirán a los participantes realizar inversiones en sus procesos de fabricación y en sus productos relacionados con la electromovilidad. Por su parte, SEAT ha presentado el proyecto de mayor inversión con el lanzamiento de una nueva plataforma eléctrica que hará posible desarrollar nuevos modelos del Grupo Volkswagen que serán fabricados en nuestro país, y por ello ha sido el principal destinatario de las ayudas. Así, los casi 400 millones de euros que recibirá serán repartidos entre un consorcio de más de 50 integrantes que cuenta con elevada participación aragonesa una vez más:  9 empresas y centros de conocimiento forman parte del proyecto “Future Fast Forward”.

En resumen, son casi 900 millones los que va a recibir el ecosistema nacional, que servirán para afrontar los tres grandes retos de nuestro sector: la electromovilidad, la digitalización y la sostenibilidad.

Pero esto no es un punto final… es un punto y seguido porque se han quedado 2.100 millones de euros sin asignar, y el Ministerio de Industria ha reaccionado rápidamente y ya ha anunciado una segunda convocatoria para el primer semestre de 2023. Este PERTE 2 tiene que incorporar mejoras que hayan sido detectadas durante la fase ahora finalizada. Como hemos trasladado a la ministra Reyes Maroto desde las asociaciones nacionales y los clústeres de automoción españoles, deberá ser más flexible, permitiendo a los grandes fabricantes de componentes ubicados en España, de capital nacional como Gestamp, Antolín o FICOSA y de capital internacional como algunos de los ubicados en Aragón -MANN HUMMEL, MAGNA, VALEO, LEAR o ADIENT-  presentar sus proyectos de investigación y desarrollo en el entorno del vehículo electrificado. Sabemos que los tienen y potentes, como se pudo ver hace tan solo un par de meses en la convocatoria de Movilidad Sostenible del Departamento de Economía del Gobierno de Aragón, a la que varios de ellos presentaron sus planes para invertir cerca de 100 millones de euros en desarrollo experimental o investigación industrial alrededor de la fabricación de vehículos eléctricos.

Además, estos grandes fabricantes de componentes harán de efecto tractor sobre las pymes y centros de conocimiento de nuestra región y del país, ya que para desarrollar estos proyectos se apoyarán, más que los fabricantes de vehículos, en su red de proveedores, donde contratarán parte de sus inversiones en maquinaria y en productos que incorporarán a sus módulos de mayor tamaño.

Pero no sólo deberíamos centrarnos en la fabricación de vehículos eléctricos, también hay margen de mejora en los incentivos a la movilidad eficiente y sostenible. Por ejemplo, con los planes MOVES, que incluían entre sus medidas ayudas para la compra de vehículos alternativos, pero solo si estos eran 100% eléctricos. El efecto conseguido ha sido el contrario al buscado, la descarbonización de nuestro parque circulante: las ventas de vehículos de ocasión se han disparado (suponen ya más del 60% del total) y la antigüedad del parque ha aumentado hasta los 13 años con automóviles más contaminantes y menos seguros. Un apoyo decidido a vehículos híbridos enchufables permitiría fácilmente reducir las emisiones de CO2 en un 50% y ayudaría a consumidores y a fabricantes a conocer y mejorar la tecnología de propulsión eléctrica para poner en breve en el mercado vehículos más eficientes y económicos que los eléctricos actuales.

La transición hacia un futuro en el que haya un equilibrio entre descarbonización, tecnología, aceptación por parte del mercado e infraestructuras es imparable, y el PERTE es un excelente instrumento para llevarla a cabo.

Benito Tesier Sierra

Presidente del Clúster de Automoción de Aragón

Artículo publicado el 30 de octubre en el Heraldo de Aragón