Los clústeres de La Rioja (AEI Rioja), Comunidad Valenciana (AVIA), Galicia (CEAGA), Cataluña (CIAC), Castilla y León (FACYL), Navarra (ACAN), Cantabria (GIRA) y Aragón (CAAR) celebraron una sesión sobre el impacto de la guerra Rusia-Ucrania en la industria de la automoción. En el encuentro se ofrecieron los resultados de una encuesta realizada a 140 empresas del sector, de las que el 75% se han visto afectadas por el conflicto. Una treintena de ellas tienen instalaciones o algún tipo de actividad en ambos países, a las que se suman otras tantas que operan en los vecinos Polonia, Eslovaquia, Hungría y Rumanía. Los principales problemas a los que se enfrentan son falta de suministro, parada de la producción, ciberataques, pérdida de las instalaciones, pérdida de mano de obra (ya que los trabajadores de Ucrania se han unido al ejército) y complicaciones para traer de vuelta a los trabajadores españoles a casa. Por su parte, las consecuencias del conflicto en la empresa española son su impacto en la importación de piezas y en la exportación de componentes, las sanciones de la UE a Rusia (precios elevados de la energía) y problemas de circulación de los trabajadores.
En la sesión participó Olga Trofymova, gerente del clúster de automoción de Ucrania, quien recomendó a las empresas europeas que tienen sedes o plantas en Rusia que se trasladen a la Región de Carpathia, cerca de la frontera con Eslovaquia, en el suroeste de Ucrania. Esta zona tiene una gran área económica e industrial y está dotada de grandes infraestructuras. Cuenta con recursos humanos cualificados, que quieren trabajar y necesitan ser recolocados, ya que gran parte de la población ucraniana se movió a esta región atraída por su desarrollo industrial. Además, esta región tiene un gran HUB de logística con conexión ferroviaria con Hungría y con Eslovaquia que podría dar soporte a las empresas y con un clúster de IT que serviría de apoyo a las empresas del sector.