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ZFoam

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Diseñando la espuma del futuro

Trenes, automóviles, camiones, boyas, aviones, plantillas para calzado, maletines para instrumentos, tatamis, embalajes para transportar obras de arte, parques infantiles, esterillas de yoga, palas de pádel, dianas de tiro con arco, material de escaparatismo, artículos promocionales, accesorios de ortopedia, tablas de natación y surf o envases para cosmética. Los objetos de esta lista tienen un componente en común: todos llevan, en mayor o menor medida, espuma. Sin embargo, este material no tiene secretos para ZFoam, una empresa aragonesa que lleva 30 años trabajando en soluciones de espumas técnicas para la industria, adaptándolas a las necesidades de cada sector para mejorar sus prestaciones.
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La compañía está ubicada en el polígono industrial de Alfajarín, donde trabajan 45 personas, y maneja una previsión de 12 millones de euros de facturación para este año. Sus números tienen un peso del 50% en el Grupo GZ, del que forma parte junto con otras tres empresas, y cuenta con un plan de crecimiento a futuro que contempla un aumento importante de la cifra de negocio en los próximos años, guiado por una estrategia de reinversión de los beneficios para no depender excesivamente de financiación ajena, recalca Ángel Lausín, director general de la compañía, donde trabaja ya la segunda generación familiar. Desde hace más de 25 años exporta a países en cuatro continentes, donde cuenta con una cartera importante de clientes.

Los sectores de la movilidad y del embalaje aglutinan, en la misma proporción, el 60% de las ventas de ZFoam. Completan el negocio otro tipo de industrias, la construcción y el deporte. Las ventajas de sus productos se ajustan a cada una de estas actividades, ya que tiene capacidad para desarrollar y servir una amplia gama de piezas personalizadas para la absorción de irregularidades y vibraciones y garantizar el aislamiento térmico y acústico y la estanqueidad frente al agua, con ventajas como su ligereza y flexibilidad, además de acompañarlas con soporte técnico.

A nivel comercial, ZFoam está enfocando su crecimiento en países europeos cercanos, como Francia, Italia, Alemania o Inglaterra. Su presencia en ferias es, para ZFoam, una manera clave de acción de márketing. “Es una forma de que nos conozcan en los mercados exteriores, si bien requiere mucha constancia y una inversión de dinero importante”, reconoce Lausín. Entre los últimos certámenes donde ha estado destacan Luxepack, la más importante del mundo de packaging de lujo, que se celebra en Mónaco, o Innotrans, la feria internacional de referencia del sector ferroviario, en Berlín.

La sostenibilidad de sus productos es un aspecto que ocupa y preocupa a ZFoam. Sus espumas ya son de por sí un material sostenible, si bien es cierto que esto se pone de manifiesto especialmente en las gamas ECO y BIO, fabricadas a partir de residuos vegetales o aceites usados en lugar de materias primas derivadas del petróleo. “Tienen un impacto ambiental muy bajo en su fabricación debido a la reducción de material primas a utilizar, son fácilmente reciclables y, en casi todos los casos, una gran parte de su composición, cuando no es el 100%, proviene de material reciclado como residuos forestales o aceite usado”, explica Lausín. La firma cuenta con una gama de producto que contiene más de un 30% de material reciclado, una tendencia cada vez más presente en automoción.

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Sin embargo, Lausín destaca que las espumas convencionales también son reciclables en una medida importante, ya que se trata de un material con una densidad de entre un 1,5% y un 10% respecto a un plástico típico, por lo que hay una clara reducción del consumo de materias primas en su proceso de fabricación y, por tanto, un menor impacto ambiental. El objetivo es cumplir ‘las tres R’ del reciclaje: reducir, reutilizar y reciclar.

En este sentido, el director general de ZFoam cree que se ha demonizado en exceso el plástico. “Creo que hay poco conocimiento profundo al respecto. El plástico no es bueno ni malo; el problema es cómo se gestiona su vida útil”, subraya. “Todos tenemos una parte importante de responsabilidad. Desechar correctamente las piezas plásticas permitirá reciclarlas de manera adecuada para que formen parte de nuevos productos, facilitando así el camino hacia una auténtica economía circular. Apostamos por un estudio total de los costes energéticos, consumo de agua, costes de transportes que definan claramente cuando una pieza en espuma plástica puede ser competitiva contra otros productos”.

Internamente, ZFoam recicla casi el 90% de sus residuos para aplicaciones como subcapa de campos deportivos o parques infantiles, e incluso ofrece a sus clientes la posibilidad de reciclar productos finales. “El objetivo de la industria es llegar a conseguir un reciclado químico”, afirma. Mientras camina hacia ello, la empresa aragonesa ha sido una de las primeras empresas europeas del sector en hacer un Análisis de Ciclo de Vida (ACV) sobre los productos que fabrica gracias a una calculadora de huella de carbono desarrollada junto con la Fundación CIRCE. También ha realizado el cálculo de otros productos alternativos a la espuma y que se utilizan como soluciones para packaging y ofrece este servicio a sus clientes para poder hacer una comparativa entre distintas espumas u otros materiales alternativos, como cartón o plásticos moldeados. “Desde que en ZFoam empezamos a reciclar todos los residuos que generamos, en 2017, hemos reducido aproximadamente un 10% nuestras emisiones de gases de efecto invernadero”, concluye Lausín con satisfacción.

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